Publicaciones compartidas miles de veces en redes sociales desde mediados de mayo sugieren que la Viruela del Mono está relacionada con la vacuna contra el COVID-19 producida por Oxford/AstraZeneca, ya que entre sus componentes se encuentra un adenovirus de chimpancé. Pero la afirmación es falaz.
Ese adenovirus ha sido modificado genéticamente para que no se pueda reproducir en el cuerpo humano y, además, pertenece a una familia diferente a la del virus causante de la Viruela del Mono.
Otras publicaciones en redes sociales ironizaron sobre lo “rápido” que supuestamente se han desarrollado los test de PCR para detectar el virus de la Viruela del Mono y advertían sobre resultados “falsos positivos, como con el COVID”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que la forma más adecuada para diagnosticar la enfermedad, además de la clínica, es mediante una prueba de PCR. Esto es así desde hace años, mucho antes de la pandemia de COVID-19.